Dependencia emocional
Sentir ansiedad cuando «el otro» está lejos, falta de confianza, modificación continua de planes para satisfacer al «otro», buscar aprobación constante de los demás, miedo irracional al rechazo, a estar solo y al abandono; falta de libertad, dificultad para decir NO, miedo a expresarse como uno es, búsqueda de atención continua, infelicidad, sentir un vacío que se busca llenar con «el otro», resentimiento, acumulación de ira y culpa, concentrarse única y exclusivamente en la relación, sentirse anulado… Vivir por y para el otro, no importando el sufrimiento que esto cause.
Si te has sentido reflejado en más de un aspecto, quizá estés sufriendo dependencia emocional. Es muy común en las relaciones de pareja, pero también puede aparecer entre familiares, en relaciones sociales o en contextos laborales. Esta forma de relacionarse afectivamente con los demás va produciendo una anulación de la persona, hasta que se convierte en un «apéndice» del otro.
Para comprender este patrón de comportamiento quizá debamos mirar atrás y ver cómo nos relacionábamos con nuestros padres, hermanos o abuelos; ya que el estilo de estas relaciones tempranas marcará nuestras relaciones futuras: si nos relacionamos estableciendo vínculos seguros (o no) con los demás en nuestra adultez.
Se podría decir que la persona dependiente tiene una muy baja autoestima, no se quiere a sí misma, y esta falta le lleva a sentir una fuerte necesidad de amor sobre «el otro», evitando estar solo. Así, es muy probable que si eres dependiente, siempre hayas tenido una pareja, y que en cuanto una relación termina, comiences otra relación justo después, sin pasar el duelo por la pérdida de tu anterior pareja. Los años van pasando y sigues buscando a que «el otro» llene tu vacío emocional, a una «media naranja que te complete».
Como ya podrás imaginar, el no elaborar el duelo ni ser consciente de este problema afectivo, no te permite mejorar, aprender a quererte y evitar repetir los mismos patrones de relación una y otra vez; de buscar a una persona (probablemente con un gran ego) que se crezca a tu lado y te permita vivir por y para él (otra vez).
«no puedo vivir sin ti»
«sin ti no soy nada»
«sin ti me muero»
La dificultad de este tipo de relaciones reside en que la mayor parte de las personas dependientes no son conscientes de los efectos que esta dependencia tiene para ellos. Esta tendencia a aferrarse a algo o a alguien, a vincular nuestra felicidad a los demás, nos lleva a crear un vínculo que nos resta libertad, nos consume y termina dañando nuestra salud mental.
¿Cómo dejar de ser dependiente emocional?
- Es fundamental reconocer y aceptar que existe un problema en la forma en la que nos relacionamos afectivamente, y que necesitamos un cambio.
- Comprobar el daño que ha provocado a lo largo del tiempo tu dependencia, quizá oculto bajo cosas que crees que has hecho «por amor», pero que al final te han causado dolor.
- Podríamos buscar una lógica en nuestro comportamiento (revisar las relaciones) para comprender los motivos por los que se producen en nuestro caso y poder cambiar nuestro patrón de comportamiento.
- Recuperar y entrenar la autoestima. Es muy importante que aprendas a quererte y aceptarte a ti mismo, para poder relacionarte con los demás de manera emocionalmente sana, dándote cuenta de dónde comienzas tú y dónde «el otro»
- Aceptar que todo tiene un fin, ya que a veces nos aferramos a algo o a alguien y creemos (y queremos) que este vínculo será para siempre. Nos negamos a aceptar el fin de una relación, de un lugar, de una etapa, de las emociones dolorosas… Aceptar que todo tiene un final y que nada es para siempre nos ayudará a afrontar mejor el duelo por esta pérdida (o cambio). Esto no quiere decir que el duelo no nos duela (esto es inevitable), pero lo llevaremos mejor.
- Pedir ayuda a un profesional que te acompañe en tu proceso de cambio
Yo soy yo y tú eres tú. No estoy en el mundo para colmar tus expectativas, ni tú estás en el mundo para colmar las mías. Yo estoy para ser yo mismo y vivir mi vida, tú estás para ser tú mismo y vivir tu vida. Si nos encontramos, ¡será hermoso! Si no nos encontramos, nada habrá que hacer…
Libros recomendados sobre dependencia emocional:
Muchisismas gracias, gracias, gracias, en este post hay una llave que buscaba, y es un placer encontrar donde menos se espera. ¡¡Viva la curiosidad!!
Hola Carolina. De nada, gracias a ti por tomarte el tiempo para leer y comentar.
¡Vuelve cuando quieras!
Me gustaría encontrar un libro completo sobre la dependencia emocional por que creo que es la única forma de curarme de esto, les agradecería mucho que alguien pudiera darme la información.
Hola Luis, como lectura te recomiendo los siguientes libros:
– ¿Amar o depender? Cómo superar el apego afectivo para hacer del amor una experiencia plena y saludable, de Walter Riso
– Ya no seas codependiente, de Melody Beattie
A mayores te recomiendo que si crees que lo necesitas, porque estás sufriendo, busques la ayuda de un profesional para que te guíe en la búsqueda de nuevas alternativas a tu dependencia emocional
Siiii no debo aceptar ni combertirme en ser apendice de mi hijo ni de otros. No puedo ser feliz si busco aprobacion constate de los demas. Gracias estoy tomando decisiones y este articulo me gusto!!!!!!
Hola Lucila. Si, es importante que encontremos por nosotros mismos la «felicidad», entendiéndola como un camino a seguir en la dirección de lo que a uno le hace sentir bien, como cada uno la sienta y para uno mismo, no para agradar a los demás.
Muchas gracias por tus palabras, vuelve siempre que quieras 😉
La felicidad esta muy infravalorada por nosotros mismos. Si no creemos en la idea que primero nos amamos nosotros, el resto seguramente no lo haga.
Es un aspecto emocional y psicologico muy influyente que si no tenemos, necesitaremos mediante ayuda profesional.
Totalmente de acuerdo, el autocuidado es fundamental para una buena salud mental.
Las experiencias que vamos teniendo desde pequeños/as, los patrones que «heredamos», la crianza que recibimos, los roles que asumimos o «nos imponen»… todo nos influye en nuestro autoconcepto y en las relaciones que establecemos con los demás.