tricotilomanía

¿Tricoqué…?

Quizá no te suene este nombre, pero seguramente sí sepas de qué estoy hablando: la tricotilomanía consiste en arrancarse el pelo de forma compulsiva, esto quiere decir que no eres capaz de controlar esta conducta.
La zona de la cabeza es la más afectada, seguido del pubis, cejas y pestañas.

Puede ser que no solo «disfrutes» arrancándote el cabello, también que te guste jugar con él una vez te lo has arrancado, pasarlo por tus labios o por la cara. Incluso puede ser que te guste comerlo (tricofagia).
Como ya te imaginarás, esto último tiene graves consecuencias, ya que se forman pelotas de pelo en el estómago, lo que lleva a requerir intervenciones quirúrgicas.

«Una pestaña tarda seis semanas en volver a crecer. Es una lección que aprendí con nueve años, cuando no podía parar de arrancármelas»

Si es tu caso, quiero que sepas que no estás solo, ya que hay más de 20 millones de personas en todo el mundo a las que le ocurre.

Suele comenzar en la infancia, entre los 6 – 13 años y si no se recibe ayuda, puede mantenerse hasta la adultez, ya como un hábito. A veces comienza antes de los 6 años y esta conducta repetitiva sería similar al hábito de chuparse el dedo por ejemplo.

Tricotilomanía niño

Los síntomas más comunes son: experimentar una sensación de ansiedad que va creciendo antes de arrancarse el pelo (o cuando se intenta evitar hacerlo) y obtención de placer durante el proceso de arrancado (o cuando ya se ha hecho).

La causa no está clara, si bien una de ellas podría ser que se debe a la conducta en sí misma: has aprendido a obtener placer mediante una conducta que se podría considerar autolesiva (que te proporciona dolor). Al principio casi inofensiva, te generaba más placer que malestar, a medida que te fuiste familiarizando con el malestar, fuiste aumentado su frecuencia, así como asociándose a otras conductas y situaciones de tu día a día, pasando a convertirse en un hábito totalmente automatizado.

Ver la televisión, estudiar o estar tumbado en la cama son las situaciones en las que más se produce la conducta, podría decirse entonces que es más frecuente cuando estás distraído o concentrado en otras tareas, lo que hace más difícil el que te des cuenta que está ocurriendo, y por lo tanto eliminar la conducta.

Pero no solamente ocurre cuando estás «distraído», ya que si estás estresado o te estás enfrentando a una situación que te genera malestar, puede ser que lo «alivies» aumentando la frecuencia del arrancado.
En este caso podría ser similar a cuando las personas se muerden las uñas.

A veces, está relacionado con otras obsesiones, trastornos del estado de ánimo como la depresión o consumo de sustancias.

Las consecuencias no solamente son físicas, ya que es probable que tus relaciones sociales se hayan visto afectadas (te da vergüenza y evitas hacer cosas que hacías antes), te sientes mal contigo mismo (baja autoestima), sentimientos de culpabilidad… etc.

¿Hay solución? 

La respuesta es SI. En la terapia llevaríamos a cabo los siguientes pasos, entre otros:

  • Conocer cuáles son tus deseos, valores y objetivos que se están viendo afectados por la tricotilomanía, lo que ayudará a que estés más motivado para el cambio
  • Tomar conciencia de cuándo se produce la conducta, en qué situaciones, qué sientes, piensas..
  • Buscar una conducta que sea incompatible con el hábito, es decir, algo que hacer con tus manos que te impida arrancar el pelo
  • Aprender a afrontar mejor las situaciones que te generan ansiedad
  • Entrenar la autoestima y retomar la actividades que estás evitando por temor a mostrar las consecuencias de tu conducta

modelo blue & white

Para terminar, os dejo un vídeo muy interesante de unas jóvenes con Tricotilomanía. Los primeros minutos están en inglés, la segunda parte ya en castellano.

2 comentarios
  1. Hola Elsa! Estoy muy contenta de que cada vez sea más accesible la información sobre la Trico, y que cada día sea un Tabú más pequeño … Muchas gracias! Todo perfecto excepto que en el video la chica dice que siente dolor cuando se lo jalonea, y las personas que tenemos trico no lo arrancamos así, y mucho menos sentimos dolor!

    Por mi parte, te puedo decir que me siento como un fumador: «No hay nada que me haga más felíz que arrancarme las cejas» Es lo que pienso cuando me empiezo a arrancar en cualquier momento del día; el problema llega cuando me doy cuenta de que no puedo detenerme.

    • Hola Cintia. Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros. Si, tienes razón, de hecho por eso hablo de «placer», pero aunque el vídeo no comparta todas las características, me pareció un buen ejemplo para ilustrar como se siente una persona con Tricotilomanía.
      Si no lo has probado, te animo a que intentes alguna de las recomendaciones que propongo para comenzar a controlar el hábito.
      Un saludo.

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