El lugar adecuado. Cuando la solución es el problema

llave

Un borracho está buscando con afán bajo un farol. Se acerca un policía y le pregunta qué ha perdido. El hombre responde: “Mi llave”. Ahora son dos los que buscan. Al fin, el policía pregunta al hombre si está seguro de haber perdido la llave precisamente aquí. Este responde: “No, aquí no, sino allí detrás, pero allí está demasiado oscuro.

Esta historia se recoge en «El arte de amargarse la vida«, libro del gran Paul Watzlawick, y que aprovecho para recomendaros si no lo conocíais.

¿Por qué buscar algo donde sabemos que no estará?

Aunque te pueda parecer una historia absurda, estoy segura de que más de una vez todos nos hemos comportado como el borracho: ante una dificultad miramos hacia el lado que no es, en vez de enfrentarnos a lo que de verdad está ocurriendo. Y en nuestros intentos de solución fallamos una y otra vez, siendo entonces la solución, parte del problema.

Cuando tenemos una dificultad o problema, llámalo como quieras, ante una situación que nos causa malestar, nuestras «llaves» (la solución) seguramente estén en un sitio más oscuro que en la historia, donde están las verdades que no queremos escuchar o aceptar, y aquello que nos implique un cambio y por tanto, más esfuerzo. Por eso muchas veces buscamos en otro lugar, aún a sabiendas de que haciéndolo así, no conseguiremos avanzar nada.

Si «nada cambia» a nuestro alrededor y nosotros seguimos siendo «los mismos«, nos sentiremos tranquilos, seguros y protegidos en nuestra realidad. Pero si este orden se altera, dejaremos de sentirnos así.

Por eso, si nos ponemos a buscar activa y conscientemente en el lugar donde hemos perdido nuestras llaves, tendremos que enfrentarnos a ciertos cambios y ya no nos sentiremos tan tranquilos. Podría decirse que nuestro miedo al cambio boicotea nuestros intentos de solución.

¿De qué nos sirve?

Fundamentalmente para nada, nos hará perder el tiempo y nuestro problema seguirá creciendo, ya que no le encontramos solución pero tampoco conseguimos que desaparezca. Por lo tanto al final nos sentiremos inseguros e intranquilos igualmente.

Puede que alguna vez leas por aquí que la solución es el problema, el «más de lo mismo«. En nuestra vida vamos solucionando pequeños problemas de forma efectiva, pero a veces uno se nos atasca, probamos diferentes soluciones y nada, ¿y entonces qué?. Nos obcecamos en una solución ineficaz que nos dará el mismo resultado (más de lo mismo).

Aunque de miedo y nos asuste el cambio, aunque nos pueda parecer que nos costará más trabajo, quizá la solución más efectiva sea la más sencilla (y la que no nos habíamos planteado): un cambio, salir de nuestro equilibrio.

Algunas recomendaciones para buscar soluciones en el lugar adecuado

  • Identifica lo que te está reteniendo para no enfrentarte al problema: miedos, excusas…
  • Valora qué ocurriría si sigues mirando dónde no es
  • Ten en cuenta que el cambio es un proceso gradual para el que hay que estar preparado
  • Deja el victimismo a un lado: no culpes a los demás ni te autoimpongas límites
  • ¿Qué ganarías con el cambio?
  • Valorar soluciones alternativas al problema:  has probado muchas cosas pero no han funcionado. Quizá un psicólogo pueda ayudarte a mirar donde no has mirado hasta ahora

 

Y para terminar, os recomiendo de nuevo la lectura del libro «El arte de amargarse la vida» de Paul Watzlawick,  quien ofrece valiosos consejos sobre cómo conseguir arruinarse la vida uno mismo

 

El arte de amargarse la vida

2 comentarios
  1. Excelente Blog! Me han gustado las entradas, espero continues con esto. Saludos desde México

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.