Hace un par de meses, en los «viernes de psicología y arte» os hablé de un músico, el artista Daniel Johnston, y del documental que narra su vida y su lucha por mantenerse en nuestra realidad, The Devil and Daniel Johnston.
Hoy me gustaría hablaros de otro músico, Michael Angelakos, vocalista del grupo estadounidense Passion Pit, quien sufre trastorno bipolar desde muy joven.
La bipolaridad es una alteración del estado del ánimo, en el que la persona pasa de un período de ánimo depresivo a un estado de ánimo eufórico o maníaco, siendo la duración de cada período variable en cada persona.
A media que su banda Passion Pit iba alcanzando el éxito, también lo fue haciendo su inestabilidad: sufrió varios episodios maníacos e intentos de suicidio que obligaron al grupo a cancelar actuaciones y al ingreso de Michael en diversas ocasiones en un centro especializado.
Su último disco, «Gossamer» rebosa emoción, dolor, amor y superación. Como el propio Michael, las canciones pasan de la euforia a la profunda depresión, canciones alegres y tristes, como él.
Vídeo de una de sus actuaciones en directo, interpretando «Carried Away»
El porqué de hablaros de Michael Angelakos radica en que tras su último ingreso, recuperado y estabilizado, se ha dedicado a compartir su lucha diaria con el mundo, a través de las redes sociales, reconociendo y hablando abiertamente sobre su enfermedad. Su sinceridad y cercanía al hablar sin ningún tapujo sobre lo que le ocurre, le ha llevado a ganar diversos premios, como el de la iniciativa «Erasing the stigma«, por romper estigmas hacia la enfermedad mental, promoviendo una imagen positiva.
En esta gala habla abiertamente de su trastorno (sus episodios maníacos y depresivo, ingresos…), de los problemas que le ocasionaba en la banda (creían que era alcohólico, cancelación de conciertos..), de cómo todo parecía indicar que se hundiría.. etc. Comenta que su último disco «Gossamer» está basado en un episodio maníaco que tuvo y de todas sus experiencias, de cómo ha transformado su dolor en algo bonito y feliz cuando canta.
Destaca la importancia de ser honesto en este tema, sin esconder su bipolaridad y de apoyar la lucha de las personas que lidian con una enfermedad mental, animándolos a vivir y a hacer lo que quieran. Así, uno de los momentos más emotivos es cuando cuenta que unos meses atrás le dijeron que nunca más volvería a subirse a un escenario o hacer una gira, y sin embargo dieron un concierto en el Madison Square Garden…En definitiva, de cómo la música le ha salvado.
En su discurso dedica también unas bonitas palabras a su mujer, a cómo han aceptado la bipolaridad como un invitado no bienvenido en su vida, pero al que no queda más remedio que aceptar con humor que no se irá y de cómo ella ha sido su mejor medicina.
Os dejo el vídeo para que escuchéis todo esto contado por el propio Michael Angelakos
¡Buen fin de semana!
«grupo americano»; América es un continente; yo soy americano; llamar a los yanquis «americanos» como si el resto del continente no existiera, es una expresión de odio por el resto; si uno usa expresiones de desprecio para con los demás, no puede esperar que no las usen contra uno, pero no quiero responder con discriminación.
Me expresé respetuosamente.
Perdón por haber venido; fue mi culpa; sé que ustedes jamás los llaman de otra forma.
Tienes razón en cuanto al mal uso del concepto «americano» para referirnos muchas veces de forma generalista a los estadounidenses, lo cual no quiere decir que odie o menosprecie al resto de los países que forman el continente.
No pretendo ofender a nadie con mis palabras.
Espero que vuelvas siempre que quieras y te guste lo que aquí encuentres.
Un saludo