Creo que debe ser una sensación muy parecida a la que sienten los yonkis cuando se chutan. Sí, no creo que sea muy diferente. Es como pasar un mono. Soy como una yonki del vómito
Hoy en los viernes de Arte y Psicología quiero recomendaros esta novela gráfica de Man (co-guionizada por Santi Navarro y con ayuda en los colores de Mr Ego), que llegó a mis manos de pura casualidad.
Parte del secuestro de Mía y del joven por el que se siente atraída, y bajo esta premisa se va desarrollando la historia más interesante, la del amor adolescente, desencuentros familiares y las dificultades de una joven con un trastorno alimentario. Me gusta mucho porque no solamente emociona en lo que cuenta, también en aquellos momentos en los no se dice nada, más contenida, reflejando a la perfección las debilidades de los protagonistas sin olvidarse de sus fortalezas.
Es muy interesante también el epílogo en forma de carta manuscrita de Mía, donde nos cuenta su enfermedad en primera persona y un texto informativo sobre la bulimia.
La bulimia es un trastorno del comportamiento alimentario en el que la persona ingiere grandes cantidades de comida (atracones) y después realiza conductas para compensarlo: vómitos, laxantes, ejercicio excesivo… Hay una obsesión con la comida, la imagen, preocupación por el cuerpo, sentimientos de vergüenza y culpa, etc.
Se lo triste que es que me destroce el cuerpo con cada vómito. (…) y aún así no soy capaz de parar. ¡No puedo!
Creo que esta novela gráfica aborda de forma brillante esta enfermedad, el dolor que produce y lo silenciosa que es. Así que si te interesa el tema de los trastornos alimentarios y te gustan los cómics, puede ser una buena opción para este fin de semana. Y si nunca te habías planteando el mundo cómic, te animo a que lo intentes con la historia de Mía.
Además, para los curiosos también añaden un extra del «cómo se hizo», explicando el desarrollo desde el boceto hasta el color final y diseños de personajes.
¡Buen fin de semana!
Tengo dentro un mal bicho que me obliga a hacerlo para sentirme dentro de las exigencias de la sociedad. ¡De mis exigencias! Aunque eso me mate. No es algo que afecte a «pobres niñas faltas de personalidad», hay miles de mujeres adultas e inteligentes… enfermas.
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