Hoy, en los viernes de Arte y Psicología, quiero hablaros de una preciosa película noruega llamada Elling, que trata sobre la reinserción y la vuelta a la vida «normal» de dos personas con enfermedad mental.
El protagonista de la película, Elling, ha vivido toda la vida con su madre, quien se ha ocupado de cuidarle y atender todas sus necesidades, sobreprotegiendo así a Elling y manteniendo su fobia social. Cuando su madre fallece, Elling no quiere salir de casa y es internado en un centro psiquiátrico durante unos años, hasta que los responsables consideran que ya está preparado para integrarse adecuadamente en la sociedad.
Así, junto a un compañero del centro, Kjell, obsesionado con las mujeres y con tendencias autolesivas, compartirá un apartamento, aprendiendo juntos a desenvolverse y cuidarse solos, enfrentándose a situaciones de lo más variopintas.
Me gusta el poco tiempo que dedican en la película a hablar del período de internamiento, sin centrarse en en el deterioro, caer en lo morboso o en aspectos negativos de la enfermedad mental. Todo se centra en su presente, en las dificultades del día a día de unas personas normales en un mundo de locos, enfrentándose a lo desconocido y sobreviviendo, como todos, aunque con más esfuerzo.
Me parece muy interesante poder conocer el modelo de salud noruego, un modelo que favorece la integración social de forma progresiva y acompañada por profesionales especializados, y no una reclusión o aislamiento «para siempre porque estás enfermo». Ojalá en nuestra sociedad predominase este tipo de intervenciones.
De hecho, el asistente social de la película, Frank, hace su labor de forma impecable: cuida sin precipitar ni sobreproteger. Los apoya y guía siendo consciente de las limitaciones e ingeniándoselas en sus intervenciones para poder ir logrando poco a poco los objetivos con ambos.
– Sólo se vive una vez
– Eso espero. La idea de la reencarnación me preocupa bastante. A alguien como a mí le debe quedar un viaje increíblemente largo para llegar al Nirvana
Elling y Kjell se tienen el uno al otro y no tienen nada más. Solamente conocían su casa y el centro, estaban acostumbrados a eso y ahora deben realizar tareas «peligrosas» para ellos como salir de casa o contestar el teléfono. Elling no quiere relacionarse, le gustan los juegos de mesa y leer, sin embargo Kjell está obsesionado con enamorarse y con conocer gente. Así que ya os podéis ir haciendo una idea de cómo resulta esta combinación.
Así, uno tirando del otro, van tropezando, haciendo amigos, conociendo el amor y el esfuerzo de un trabajo, enfrentándose a su miedos, incluso a la paternidad.
Y todo esto, sin dejar a un lado el humor, de forma muy cercana y entrañable, lo que hace que sin darte cuenta le vayas cogiendo cariño a los personajes y la película se te quede corta, queriendo saber más sobre qué habrá sido de ambos.
Esta es mi recomendación para el fin de semana, ¡espero que os guste!
Un blog fantástico y un aporte muy bueno. Enhorabuena
Muchas gracias. ¡Vuelve siempre que quieras! 😉
Estoy de acuerdo, muy buen blog.
Muchas gracias Sara. ¡Me alegra que te haya gustado!
A partir de leer este post he visto la película, gracias por compartir
Hola! No hay de qué Carmen. Espero que te haya gustado tanto como a nosotras. Un saludo
Hola yo quisiera saber con que ley puedo comparar la película de salud mental
Hola Paola, ¿podrías concretarnos un poco más tu pregunta? ¿Qué necesitas saber?
unos objetivos de intervención?