Día Mundial de la Audición

Audición logopedia

Con motivo del Día Mundial de la Audición, desde el área de Logopedia, nos gustaría aportar nuestro granito de arena en la concienciación sobre el cuidado de nuestro aparato auditivo, nuestros oídos.

 

Rangos de ruido a los que estamos expuestos

El ruido se mide en decibelios (dB) y, para hacernos una idea, estos son algunos de los rangos a los que solemos estar expuestos:

audición

¿Qué necesitan nuestros oídos?

El oído necesita reposo absoluto tras una exposición al ruido prolongada. 

Concretamente, necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar 2 horas de exposición a 100dB. Esto es algo que habitualmente se desconoce pero que nuestro propio cuerpo nos pide cuando, por ejemplo, salimos de un concierto y tenemos la sensación de embotamiento propia de estar debajo del agua o escuchamos pitidos (acúfenos).. 

Sin este necesario descanso, el oído sufre y las células ciliadas que se encuentran dentro de nuestro aparato auditivo pueden dejar de hacer su función provocando diferentes consecuencias: 

Que puede ser parcial, si solo se dejan de percibir algunas frecuencias, o total, si se deja de escuchar absolutamente. 

La pérdida de audición o hipoacusia puede recuperarse parcialmente con el uso de audífonos o con la colocación de un implante coclear.

Son resultado del desgaste de algunas células ciliadas. 

Para esta dolencia, a pesar de que puede llegar a ser absolutamente grave, no existe ningún tipo de tratamiento.

Consecuencia de la contaminación acústica que afecta a más personas. 

Los ruidos constantes impiden, además de que nuestros oídos descansen (recordemos, particularmente importante tras una exposición a un ruido intenso), que escuchemos bien el mensaje que se nos está transmitiendo, que tengamos que elevar nosotros la voz, que atendamos a una tarea y, sobre todo, que tengamos un sueño reparador.

Cabe mencionar, además, la especial sensibilidad de algunas personas a los ruidos (conocida como “hiperacusia”), en cuyo caso el estrés es mayor, como puede ser el caso de personas con Trastorno del Espectro Autista.

Legislación para prevenir la exposición a altos niveles de ruido

Existe una legislación para prevenir la exposición a altos niveles de ruido como los programas de prevención de riesgos laborales o las leyes que establecen límites acústicos en lugares públicos.

Sin embargo, a veces las normativas no se cumplen desde el ámbito de la hostelería, por ejemplo  (que ignoran el límite de volumen de la música) u obreros/as de la construcción (que no se protegen debidamente con cascos aislantes).

Por otro lado, la legislación estatal se limita a determinadas actividades: comerciales, industriales o de servicio y sus instalaciones, carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. 

Esto quiere decir que el ruido doméstico, el de obras, el de coches y motos, la recogida de basuras, las verbenas, las zonas de ocio exterior… están legisladas por ordenanzas municipales de cada ayuntamiento. 

Estas ordenanzas acostumbran a establecer límites de ruido en franjas horarias (mañana, tarde y noche) y se calculan a partir de valores promedio anuales, es decir, como si pusiéramos un sonómetro todo el año a medir un bar, una obra…, algo que es complicado.

 

Aquí podéis consultar la ordenanza contra la comunicación acústica de Carballo (2019)

¿Cómo podemos cuidar nuestros oídos?

Es por esto que es imprescindible que la prevención y el cuidado de nuestros oídos parta de cada uno de nosotros individualmente, llevando a cabo diferentes medidas de protección: 

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.